Aún a riesgo de no ser entendida, he de decir que… Me llamo Amanda y soy una mujer afortunada. Soy una mujer que estaba destinada a ser una pedante y engreída burguesa; seguramente una ‘quiero y no puedo’ de tantas; preocupada más por guardar las apariencias y defender la moral establecida si no hubiera sido por una serie de circunstancias personales.
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