Ya sé que me diréis que en Suecia también tienen lo suyo y más desde la ola de ultra neoliberalismo que nos sacude a todos, pero todavía no llegan a ciertos extremos. Y el espíritu cívico de esa sociedad, aún con sus defectos, es una garantía. Digo que quiero ser sueca, como podría decir nórdica en en general o japonesa o australiana, qué se yo, de dónde sea, el caso es que quiero ser cualquier cosa menos ciudadana de esta España.
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