Lo único remotamente semejante a un epitafio que escribió fue cuando a la muerte de una de sus suegras (se casó tres veces) dijo que un buen epitafio para ella sería "Rip, Rip, Hurra" por la tirria que le tenía Groucho.
Por lo que tengo entendido el programa "Bet your life" era de radio, no de tele.
#1 En general, si el bebé tiene más de seis meses, puede ser que no haya secuelas, o las que haya, sean mínimas (un poquito de falta de coordinación psicomotriz, pero nada que impida a la persona llevar una vida normal).
si es antes de esa mes de gestación, si que pueden aparecer secuelas más graves (aunque hay casos y casos).
#3 no he oido a nadie que pida que el límite del aborto esté en los cinco meses largos de gestación. No hagas demagogia con un tema tan delicado.
Deben seguirse atentamente las siguientes instrucciones :
1) Hay que matar a la reina vieja que va a ser reemplazada. Esto puede hacerse aplastándola con los dedos y luego dejarla en el piso de la colmena, justo debajo de los listones inferiores de los marcos.
2) Si la colmena no tiene reina fecundada porque enjambró o porque experimentó un reemplazo, se deberá localizar y matar a la reina virgen.
3) Se tendrá que destruir TODAS las celdas reales (operculadas o por opercular) que estén presentes en la colmena. A tal efecto, conviene sacudir las abejas de los marcos dentro de la colmena para ver si en alguna esquina o disimulada por alguna construcción de panal se nos pasó inadvertida alguna celda real. Al destruir las eventuales celdas reales que pudieran estar presentes, disminuímos significativamente las chances de que las abejas obreras huérfanas desarrollen preferencia hacia las celdas por nacer en vez de a la reina fecundada enjaulada que acabamos de introducir.
4) Luego de haber matado a la reina que va a ser reemplazada y de haber destruído la totalidad de las celdas reales que pudiera haber, hay que dejar a la colmena 48 horas en completa horfandad y sin realizar ningún tipo de manipulación sobre ella. (...) [2]
"Horfanizar una colmena no es solo matar la reina, sino saber manejar los tiempos de la abeja y no el del apicultor, algo que se hace muy a menudo. Cuando matamos o retiramos la reina de la colmena, las abejas pierden su presencia física, que es una de las indican su existencia, pero no la única." [3]