Si bien me gusta que los símbolos religiosos y la religión no tengan relación alguna con la política, no estoy de acuerdo con el argumento "contraviniendo la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones -como recoge la Constitución-". Precisamente la Constitución establece un estado aconfesional (y no laico), para que cada uno haga lo que bien le parezca a título personal frente a las acciones que se deben ejecutar como representante público. Esto es así (Estado aconfesional y no laico) para que los redactores de la Constitución pudieran seguir permitiendo la mezcla de política y religión. Si se estableciese un estado laico, los representantes públicos no podrían ir en procesiones, sin embargo, al ser aconfesional si se puede hacer como opción individual en representación pública.
La aconfesionalidad del estado, viene a ser: el Estado no toma partido por ninguna confesión religiosa, pero no impide que cada representante público pueda hacer esa representación en base a su conciencia o religión.
El jurar cargo ANTE una Biblia, el Corán, una foto del Espagueti Volador porque otro concejal haya pedido que eso esté ahí no es un sometimiento a creencias ajenas; para mi es un símbolo de respeto a la Constitución que defiende precisamente eso: la libertad religiosa, de culto y de creencias, aunque no estemos de acuerdo con ellas. El jurar un cargo frente a un símbolo que no se comparte, es una señal de respeto, no hacia esa creencia no compartida, sinó a la Constitución que la ampara.
A la hora de jurar o prometer cargo no veo yo que la fórmula de "por mi conciencia y honor" o jurar ante un crucifijo represente una garantía del cumplimiento del mandato constitucional.
La aconfesionalidad del estado, viene a ser: el Estado no toma partido por ninguna confesión religiosa, pero no impide que cada representante público pueda hacer esa representación en base a su conciencia o religión.
El jurar cargo ANTE una Biblia, el Corán, una foto del Espagueti Volador porque otro concejal haya pedido que eso esté ahí no es un sometimiento a creencias ajenas; para mi es un símbolo de respeto a la Constitución que defiende precisamente eso: la libertad religiosa, de culto y de creencias, aunque no estemos de acuerdo con ellas. El jurar un cargo frente a un símbolo que no se comparte, es una señal de respeto, no hacia esa creencia no compartida, sinó a la Constitución que la ampara.
A la hora de jurar o prometer cargo no veo yo que la fórmula de "por mi conciencia y honor" o jurar ante un crucifijo represente una garantía del cumplimiento del mandato constitucional.