#237 A ver, no debemos decir tonterías. Desde el punto en que nadie te puede quitar a tu hijo "porque sí" para no enredarnos con términos jurídicos... evidentemente, tienes un derecho a ejercer de padre o madre. Es simple, aunque entiendo que haya gente a la que le cueste entender ciertos conceptos.
#63 Quizás sólo sea una cuestión de cómo lo dices. Porque los hijos son personas, y no tenemos derechos sobre otras personas. Pero sí tienen derecho a ejercer su paternidad/maternidad, mientras que sea de una forma responsable y en beneficio de su hijo. Cómo no voy a tener yo derecho a ejercer de madre de mis hijas, mientras que lo haga bien; yo, que las he parido y criado hasta la fecha? Estamos de coña?
#7#8 Ya, por eso en España no se aprueban leyes impopulares.
Ahora en serio ¿Democracia representativa? ¿Un representante que no esta obligado a cumplir uno solo de sus compromisos y al que en cuatro años no le puedes corregir una coma?
#4 En muchos casos desconoce, en otras no puede decir a quien se las entregó porque es algo "que las gente no debería saber" , en algún que otro caso fueron robadas por quienes no eran sus destinatarios, algún otro caso no está registrado en inventarios, otros no se acuerdan y en otros tienen una idea aproximada.
Básicamente allí todos los combatientes tienen armas MADE in USA o suministradas por USA y compañia o compatibles con sus municiones.
#4 Un pacto anticorrupción con Rajoy, Wert, Barberá, Ana Mato, Rus, Castedo, Cañete, Aguirre, Arístegui, Soria, Pujalte, Rato, Blesa, Granados, Correa, Fabra, Baltar, Cotino, Jaume Matas y el pequeño Nicolás puede salir bien o muy bien. Pero cuidao...
#5 Mentira. Si no estás apuntado al CERA (y la mayoría no lo está), puedes votar presencial. Y si estás apuntado al CERA, puedes votar en el consulado/embajada desde el Jueves hasta el Domingo o bien por correo si te viene mal.
Creo que Rajoy ha calculado mal, si vamos a 3as elecciones, Podemos gana escaños.
#18 Estoy de acuerdo contigo y me gustaría matizar el por qué, ya que no se trata de que haya o no jueces, sino de que la puntuación esté exclusivamente sometida al criterio de ellos.
En primer lugar partamos de la base de que en unas olimpiadas se miden los méritos deportivos, no artísticos.
Los méritos deportivos son relativamente fáciles de medir, ya que se compite con las mismas reglas para conseguir un objetivo común (meter el mayor número de canastas, llegar antes a la meta, lanzar lo más lejos posible un objeto).
El problema de que un deporte dependa exclusivamente del criterio de unos jueces, deja mucho espacio para la subjetividad y por que negarlo para la política, favoritismos y demás. En la gimnasia rítmica, en la natación sincronizada, etc., ha habido siempre mucha polémica con la actuación de los jueces, que han pasado por alto graves errores de los favoritos, mientras que han castigado injustamente con errores que no se han producido a aquellos deportistas más desconocidos. Esta polémica es mucho mayor que en los deportes donde no es tanto un árbitro o un juez, sino las reglas las que determinan quién ha ganado. El juez solo interviene para aplicarlas, o en caso de polémica, pero nunca es el que decide el resultado de una competición.
Ojo, no digo que lo que hacen los gimnastas o las nadadoras de sincronizada no tenga un mérito enorme, que lo tiene, sino que sus ejercicios no se miden bajo criterios deportivos, sino artísticos.
Por poner un ejemplo: un tenista en un partido puede tener las jugadas más impresionantes, hacer aces y saques fantásticos, y mantenernos a todos en vilo. Al final lo que cuenta es el puntaje, conseguido bajo unas reglas cuya interpretación es clara, y que no están basadas en la belleza del juego. Y si ese tenista no gana tres juegos al otro, pierde el partido, aunque su juego sea más entretenido y vibrante.
Y es que es mucho más fácil ser justo cuando uno se ciñe exclusivamente al mérito deportivo ya que uno tiene que juzgar si un balón ha salido de la zona de juego, si alguien ha llegado antes a la meta, si ha saltado más alto, si su salto ha sido más largo, o si ha entrado en una portería, y no se tiene que tratar de juzgar la dificultad de un salto que no se ha ejecutado en la vida, o la belleza de un ejercicio.