JOSÉ ORTEGA Y GASSET. Cualquier fecha que cortemos la historia de los catalanes, encontraremos a éstos, con gran probabilidad, enzarzados con alguien, si no consigo mismos, enzarzados sobre cuestiones de soberanía. Comprenderéis que un pueblo que es problema para sí mismo tiene que ser, a veces, fatigoso para los demás. Si nos asomamos por cualquier trozo de la historia de Cataluña asistiremos, tal vez, a escenas sorprendentes. Como aquella acontecida a principios del siglo XV: representantes de Cataluña vagan como espectros por las Cortes de España y de Europa buscando algún rey que quiera ser su soberano, pero ninguno de estos reyes acepta alegremente la oferta, porque saben muy bien lo difícil que es la soberanía en Cataluña.
¿Esta señora , la tal Juana, no es la que secuestro a sus hijos para perjudicar al padre y después se negó a entregarlos a requerimiento de los tribunales, todo esto asesorada, por una asociación que se hizo famosa por aconsejar a sus integrantes no cumplir las decisiones judiciales?
JOSÉ ORTEGA Y GASSET. Cualquier fecha que cortemos la historia de los catalanes, encontraremos a éstos, con gran probabilidad, enzarzados con alguien, si no consigo mismos, enzarzados sobre cuestiones de soberanía. Comprenderéis que un pueblo que es problema para sí mismo tiene que ser, a veces, fatigoso para los demás. Si nos asomamos por cualquier trozo de la historia de Cataluña asistiremos, tal vez, a escenas sorprendentes. Como aquella acontecida a principios del siglo XV: representantes de Cataluña vagan como espectros por las Cortes de España y de Europa buscando algún rey que quiera ser su soberano, pero ninguno de estos reyes acepta alegremente la oferta, porque saben muy bien lo difícil que es la soberanía en Cataluña.