#120 Dicen que es imposible explicar el color azul a un ciego de nacimiento, pero es aún más difícil explicárselo a quien se niega a verlo.
Hablo cinco idiomas. Y cuando quiero decir que los hablo, es que los hablo hasta el punto de utilizarlos en mi vida profesional de forma efectiva. Y soy ingeniero en una multinacional donde el idioma principal es, precisamente, el inglés. Y antes trabajé para otra cuyo idioma principal era el francés.
Hablar gallego y castellano desde pequeño sólo puedo considerarlo como una ventaja: el gallego me ayudó a aprender portugués y comunicarme perfectamente con sus casi 300 millones de hablantes entre primera y segunda lengua. También me ayudó con el francés, en menor medida, pero de forma decisiva. Además de ello, entiendo todas las lenguas españolas y portuguesas en su forma escrita, excepto el vasco. Gallego sí, por favor.
Como puedes suponer, sacarse una ingeniería no es algo trivial. Conlleva tiempo y esfuerzo. Es decir, aprender todos idiomas no ha sido consecuencia de tener mucho tiempo libre. De hecho, no tenía demasiado tiempo libre porque me he criado en el rural, en una zona donde el castellano casi no se utiliza y donde después del trabajo te ibas al campo a ayudar a tu familia.
¿Qué quitaría yo de la enseñanza? La asignatura de lengua castellana. Y no porque sea "castellano". La razón es que el 99,9% de la población jamás en su vida va a analizar ninguna oración y jamás se va a molestar en saber si esa palabra que necesita es un adverbio o una preposición. Ni falta que le hace.
¿Qué pondría yo en su lugar? Pues una asignatura para aprender a escribir correctamente un texto. En castellano o en cualquier otro idioma. Eso es una carencia tremenda en el sistema educativo actual: mucha gente no sabe escribir, ordenar sus ideas o exponerlas ante una audiencia.
Se da la paradoja de que en España un bachiller puede acabar sus años de instituto analizando oraciones de fábula, pero siendo incapaz de escribir un texto coherente. De hecho, había una prueba en selectividad para medir esa destreza y solía arrojar resultados bastante preocupantes.
Además de lo expuesto, el gallego, como el catalán y todas las demás lenguas que se hablan en nuestro país, son un patrimonio cultural que no nos penaliza. Hablan de la historia, la idiosincrasia y la identidad de cada uno de los pueblos que forman España.
Sin embargo, leyéndote, puedo comprender tu desazón acerca de la competencia en castellano. Observo problemas a la hora de utilizar de forma adecuada los signos de puntuación, tildes, mayúsculas y construcción de frases.
El tiempo es finito. Tal vez deberías dedicarlo a alcanzar un uso digno del castellano. Da un poco de lástima ver una encendida defensa del mismo como lengua hegemónica, mientras se cometen errores groseros.
Si he cometido alguno lo siento, pero es que hablo cinco idiomas y no he podido dedicar tiempo suficiente al que tenemos en común (pero que escribes peor que yo)
#123Pero supone un problema también cuando se imparte de forma obligatoria a toda una sociedad los idiomas equivocados, ..:
Exactamente qué problemas supone que obligatoriamente tengas que aprender más de un idioma, sea el que sea?
¿Qué es un "idioma equivocado" ?
Como ahí puede verse, se imparten cientos y miles de horas de lengua catalana. Cada año. Entre primaria y secundaria.
¿Y qué?
Ahora imaginate que eliminamos el catalán
Pues los que hablen catalán tendrían grandes ventajas viviendo en Catalunya, y los demás estarían llorando por las esquinas como hacen ahora mismo los opositores de otras comunidades.
Y que esas más de mil horas del catalogo escolar lo dedicamos a filosofía, a matemáticas, o a aprender un mejor inglés.
Y si además eliminamos Lengua Española y Literatura Española no te cuento...
Reflexiona tú mismo. A ver si el "problema del catalán" solo lo ves tú y no la mayoría de los ciudadanos de Catalunya.
#128 Hoy el inglés sí ... Hace 100 años se estudiaba más en francés, y cuando USA deje de tener el control militar y financiero del planeta dejará de ser el segundo idioma de las escuelas. Tu o tus hijos no lo veréis, pero quizá en 100-200 años los niños harán chino en la escuela como segundo idioma.
No estoy de acuerdo con la inmersión lingüística, pero por razones opuestas a las tuyas. Para mi debería garantizarse que un habitante de un territorio con una lengua cooficial reciba enseñanza en ambas de manera que se garantice su competencia en las dos (tres, si hablamos del Vall d'Aran).
Y el porcentaje dependería de la realidad de la zona en la que se ubica el colegio. Voy a hablar de Galicia, que es lo que conozco mejor.
En Galicia hay zonas donde el gallego debería tener un nivel de uso más elevado, como las grandes ciudades, donde se habla menos, y otras donde se debería hacer lo mismo con el castellano, como el rural, donde su uso es anecdótico.
De esta forma la persona podrá utilizar la lengua que más le convenga en cada caso con igual competencia. Y en su día a día que hable la que más le guste.
#62 No es un tema de inteligencia. Es mucho más práctico laboralmente saber idiomas con más millones de hablantes, que otro regional que solo hables en el lugar donde vives. Esto lo sabe hasta Mohammed Jordi.
Hay muchas empresas que trabajan para la administración pública, y si no sabes catalán lo tienes muy jodido, o no la vas a tener como cliente.
De todos modos sois como los ingleses viviendo en India y Pakistán, os pensáis que sois de un sitio por haber nacido allí y os interesa una mierda la cultura local. Por suerte en Pakistán una vez se fueron los colonos dejaron el Urdu como idioma oficial siendo solo usado por el 7% de la población como lengua materna. Sólo para joder protegerlo.
#17 Los padres castellanos de los 70-80 veian el catalán como una posibilidad de ascenso social para sus hijos, y seguramente en esa época podía suponer una buena diferencia para encontrar un buen trabajo.
Ahora en muy pocas empresas hablar catalán es un requisito básico para que te cojan, por lo que la gente de tu generación lo ve como algo innecesario. Espero que encuentren un buen trabajo muy lejos de aquí.
Y no, no eres catalán. Eres un español nacido y criado en Cataluña, pero de catalán no tienes nada.
Hablo cinco idiomas. Y cuando quiero decir que los hablo, es que los hablo hasta el punto de utilizarlos en mi vida profesional de forma efectiva. Y soy ingeniero en una multinacional donde el idioma principal es, precisamente, el inglés. Y antes trabajé para otra cuyo idioma principal era el francés.
Hablar gallego y castellano desde pequeño sólo puedo considerarlo como una ventaja: el gallego me ayudó a aprender portugués y comunicarme perfectamente con sus casi 300 millones de hablantes entre primera y segunda lengua. También me ayudó con el francés, en menor medida, pero de forma decisiva. Además de ello, entiendo todas las lenguas españolas y portuguesas en su forma escrita, excepto el vasco. Gallego sí, por favor.
Como puedes suponer, sacarse una ingeniería no es algo trivial. Conlleva tiempo y esfuerzo. Es decir, aprender todos idiomas no ha sido consecuencia de tener mucho tiempo libre. De hecho, no tenía demasiado tiempo libre porque me he criado en el rural, en una zona donde el castellano casi no se utiliza y donde después del trabajo te ibas al campo a ayudar a tu familia.
¿Qué quitaría yo de la enseñanza? La asignatura de lengua castellana. Y no porque sea "castellano". La razón es que el 99,9% de la población jamás en su vida va a analizar ninguna oración y jamás se va a molestar en saber si esa palabra que necesita es un adverbio o una preposición. Ni falta que le hace.
¿Qué pondría yo en su lugar? Pues una asignatura para aprender a escribir correctamente un texto. En castellano o en cualquier otro idioma. Eso es una carencia tremenda en el sistema educativo actual: mucha gente no sabe escribir, ordenar sus ideas o exponerlas ante una audiencia.
Se da la paradoja de que en España un bachiller puede acabar sus años de instituto analizando oraciones de fábula, pero siendo incapaz de escribir un texto coherente. De hecho, había una prueba en selectividad para medir esa destreza y solía arrojar resultados bastante preocupantes.
Además de lo expuesto, el gallego, como el catalán y todas las demás lenguas que se hablan en nuestro país, son un patrimonio cultural que no nos penaliza. Hablan de la historia, la idiosincrasia y la identidad de cada uno de los pueblos que forman España.
Sin embargo, leyéndote, puedo comprender tu desazón acerca de la competencia en castellano. Observo problemas a la hora de utilizar de forma adecuada los signos de puntuación, tildes, mayúsculas y construcción de frases.
El tiempo es finito. Tal vez deberías dedicarlo a alcanzar un uso digno del castellano. Da un poco de lástima ver una encendida defensa del mismo como lengua hegemónica, mientras se cometen errores groseros.
Si he cometido alguno lo siento, pero es que hablo cinco idiomas y no he podido dedicar tiempo suficiente al que tenemos en común (pero que escribes peor que yo)