#9#12 Hola, soy el autor del artículo. Gracias por menear y comentar.
No dije que la captura fuera de imgur, solo que fue el sitio original al que subieron las imágenes. Asumo el fallo, supongo que debería haberlo especificado.
En realidad no, era por lo que decías de la igualdad. Como digo en el comentario, la primera influencia lingüística en nuestros cerebros la produce la madre mientras aún estamos en el útero. #20
#14 De hecho, algunas investigaciones relativamente recientes parecen demostrar que la lengua materna se comienza a aprender antes del nacimiento. Como se ha dicho antes, el cerebro joven es extremadamente maleable, e incluso durante la gestación, alcanzado cierto desarrollo, parece ser que va preparándose para aprender una lengua concreta captando, mediante el sentido del tacto, las vibraciones que el cuerpo de la madre produce al hablar. Así que parece ser que sí, que es más correcto hablar de lengua «materna», al menos en el principio del habla.
Según Chomsky y otros lingüistas del MIT, cuando el cerebro «nace» tiene unas características predefinidas compartidas por todas las lenguas naturales del mundo (lo que explicaría la existencia de los llamados «universales lingüísticos», como por ejemplo que todas las lenguas distinguen entre singular y plural) y otras características que, a modo de catalizadores, se activan —o no— en los primeros años o meses de vida, o incluso antes (por ejemplo, no todas las lenguas tienen el número «dual» aparte del singular y el plural).
Una de las cosas que explican que sea más difícil aprender una segunda, tercera o cuarta lenguas después de la materna es que nuestro cerebro tiene los «catalizadores» dispuestos de una forma u otra (esto es, una especie de botoncitos que se activan o no). También parece ser —aunque no venga muy al caso— que, después de aprender una segunda lengua, la tercera y sucesivas son más fáciles de aprender.
#46 Sí, estoy de acuerdo, pero te planteo lo que decía en mi comentario: ¿Corea del Sur y Finlandia son países equiparables a España? No he estado en ninguno, pero sí en Noruega, que es bastante similar, creo, a Finlandia. Estuve invitado en casa de una familia media. Tenían dos pianos y todos tocaban instrumentos musicales. Miles de libros, que además leían, porque a partir de las 6 de la tarde es imposible salir a la calle en casi ninguna época del año por el frío y la oscuridad. En televisión, los programas basura eran casi inexistentes, y con poca audiencia. Desde los diez años todo el mundo es bilingüe (no doblan ninguna película, salvo alguna de dibujos para los niños muy pequeños).
Hablo de hacer un sistema educativo para nuestro país, que es del que hablamos. Hoy por hoy es imposible crear un sistema educativo mundial que funcione en todas las sociedades, hay demasiadas diferencias.
#47 Pero debemos darnos cuenta de una triste realidad: el 90% de la población no van a ser directivos, creativos, artistas, grandes científicos ni nada de eso. Primero, porque no todo el mundo tiene la capacidad para llegar a ello. Y luego, porque, o mucho cambia el sistema económico mundial, o en todas las sociedades lo que más hace falta son obreros. Por supuesto, estoy de acuerdo contigo en que queremos obreros que piensen, y que no acaten órdenes porque sí; pero obreros, al fin y al cabo. Hay quien dice (no son palabras mías) que uno de los grandes errores educativos de España ha sido pretender que todo el mundo tuviera una titulación universitaria, cuando ni todo el mundo vale para ello ni la economía necesita una inflación de titulados.
No estoy de acuerdo contigo en que se deba dejar a los alumnos, al menos a edades tempranas, que elijan su itinerario. Las leyes socialistas pretenden que todo el mundo tenga al menos los estudios secundarios, y yo apoyo eso. Es verdad que hay alumnos de 12 años que preferirían estar aprendiendo otra cosa, y si lo hicieran, los profesores de Secundaria estaríamos más tranquilos. Pero tendríamos probablemente un 80% de aspirantes a futbolistas, programadores de videojuegos, modelos, etc. Se puede alegar que los padres procurarían orientar bien a sus hijos, pero por mi experiencia sé que en un gran número de casos no es así. Tenemos una población adulta infraeducada que no da demasiado valor a la educación (paradójicamente).
No tengo la solución al problema, por supuesto, pero no sé si prescindir de los exámenes sería una buena idea. Puede que fuera lo mejor para una minoría, pero el sistema actual, sin ser perfecto, creo que es el mejor para la mayoría (repito, con las miles de mejoras que necesita).
No voy a responder a los comentarios, estoy un poco cansado de contestar a la gente que piensa que nuestro sistema educativo es el peor del mundo, cuando está bastante bien, solo que le faltan recursos.
Lo que me gustaría es que todos esos que critican el sistema plantearan una alternativa. Una alternativa a las clases, a los exámenes, a los libros de texto estandarizados —que se usan conjuntamente con otras técnicas y tecnologías, no sé qué escuela veréis vosotros—. Y, por supuesto, un sistema que sirva a todos, no a los típicos listos que saben más que el profesor, que suelen ser los que critican, y que no son ni el 0,1% del total. Sé que hay gente muy lista, pero la escuela en España trata de dar la mejor educación posible al 100% de la población, no solo a los inadaptados, que son una minoría. Que vaya por delante que conozco el sistema desde dentro —soy profesor y jefe de estudios en un centro de Secundaria— y sé que hay mil cosas que mejorar; lo único que quiero es que quien sea plantee un sistema alternativo válido para el total de la población de entre 6 y 16 años de un país de nuestras características.
Que sí, que a todos los listos de Menéame (no quiero ofender a nadie, yo me incluyo) nos basta con tener internet para saberlo todo y saber hacer de todo, pero yo tengo una visión bastante amplia y actual de lo que son los adolescentes, y sin profesores y sin un sistema estandarizado de evaluaciones la mayoría de ellos pienso que no sería capaz de aprender a escribir (repito: en un país de nuestras características, donde gran parte de los padres dan tanto valor o más a la palabra de sus hijos que a la de los profesores, y donde los modelos de éxito que tenemos son deportistas de élite, empresarios tiránicos o subnormales televisivos, y no científicos, ingenieros, arquitectos, artistas ni literatos. Gente, en fin, que no necesita saber hacer la O con un canuto).
De cuando en cuando leo por aquí a gente que tiene éxito en la vida, gente con una gran… » ver todo el comentario
#17 No estoy de acuerdo contigo, los españoles no tenemos que aprender a desobedecer la ley; tenemos que aprender a obedecerla.
Aquí lo normal es saltarse la ley si a uno le conviene. Y con eso se consigue que la ley pierda su principal principio: servir de la misma forma exactamente a todo el mundo.
La típica cantinela de España: «Pues yo si pudiera también robaría, como los políticos, para qué nos vamos a engañar.» (No digo que lo hagas dicho, que por supuesto no lo has hecho, ya no estoy respondiendo a tu comentario)
Situaciones típicas en España:
-Saltarse un semáforo porque no viene nadie.
-Beber y conducir «porque yo bebido controlo incluso más».
-Intentar pagar las cosas en B para no pagar impuestos.
-No devolver la diferencia si te dan de más en el cambio (a mí, un camarero me dio vuelta de 50 cuando le había dado un billete de 20. Después de decírselo, y cuando cogió lo que me había dado de más, literalmente me preguntó si era tonto).
En serio, el desprecio por la ley en este país creo que no tiene parangón en todo el mundo. Pero vamos, si los clubes de fútbol nos deben millones de euros y no hay ni un alma protestando en la calle.
Solo desde la perspectiva de un español se puede entender una frase como la del artículo enlazado: «Incluso a lo largo de los carriles libres de automóviles del país, la gente tiende a esperar pacientemente a que la señal se ponga verde.»
Que, traducido, sería: ¡La gente respeta la ley aunque egoístamente les conviene no hacerlo!
Este país es de locos.
Recuerdo dos reflexiones que leí hace tiempo, aunque no recuerdo dónde. La primera era, creo, de una periodista sueca o algo así, y decía que las leyes en España no son como en el resto del mundo. En el resto del mundo las leyes se cumplen; aquí son meramente orientativas.
La segunda reflexión decía lo siguiente: Nunca existe un derecho a incumplir la ley. Lo que puede haber a veces, si la ley es injusta, es el deber de desobedecerla.
#15 Si lees la noticia tiene bastante sentido. Aunque Cervantes no da nombre a la venta, sí que habla de la zona por la que estaban pasando, y al parecer estos investigadores han descubierto que es la única que había por allí en esos tiempos.
#18 Bueno, a ver, la cosa en España es más o menos así:
Un maestro puede dar clases en Primaria pero también en los dos primeros cursos de la ESO (1.º y 2.º). Esto último lo impuso la LOGSE como medida provisional, dado que habría sido un desbarajuste, sobre todo en las plantillas, puesto que antes los maestros daban en la EGB, que abarcaba hasta los 14 años, y ahora la Primaria es solo hasta los 11-12. Lo que sucede es que en teoría esta medida transitoria debería haber sido eso, transitoria, pero hace ya 25 años de la aprobación de la LOGSE y seguimos igual.
También pueden los maestros (cuando digo maestros me refiero a graduados en Primaria, antiguos diplomados —es decir, estudios universitarios de tres años, frente a los licenciados, que estudiábamos cinco—) encargarse de algunas enseñanzas especiales en Secundaria, especialmente para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (logopedia, alumnos con retraso madurativo y cosas así).
Los profesores (es decir, los que pueden impartir clases en ESO, Bachillerato, FP, etc.) antes debían ser licenciados (carrera de cinco años), ingenieros o arquitectos y además hacer el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Según mi propia experiencia, el CAP es la mayor pérdida de tiempo ideada por el ser humano. No aprendí nada más que un montón de tonterías, aunque quiero creer que con los años de experiencia he aprendido a enseñar. Ahora los licenciados o graduados universitarios deben hacer un máster de dos años, por supuesto para sacarles dinero y retrasar su incorporación a las listas del paro, pero no sé si habrá mejorado mucho la utilidad del aprendizaje (espero que sí).
En cuanto a la capacitación, yo soy un antiguo licenciado (carrera de cinco años con CAP) y doy clases en Secundaria y Bachillerato, y NO me siento preparado para dar clases en Primaria. Hay un montón de detalles del desarrollo psicológico y pedagógico del niño de los que no tengo ni pajolera idea. De eso se da mucho en Magisterio (a la… » ver todo el comentario
#4 Ya he visto, gracias por el aviso. Dejaré que caiga sola, aunque no estoy del todo de acuerdo con el boicot. Que decidan los meneantes (aunque parece que ya está decidido, jejeje).
1. Seguimos menospreciando la memoria, como si no fuese nada, cuando es una parte muy importante de la inteligencia. Desde luego, no debe aprenderse todo de memoria, pero es importante ejercitarla. ¿Qué podría hacer el microprocesador más complejo y rápido del mundo sin RAM? ¿Desterramos la memoria por completo? ¿Queremos un médico que cuando le expliquemos los síntomas se ponga a buscar en Google? ¿En serio?
2. Yo estoy a las puertas de los 39 años, y no recuerdo, ni cuando yo estudiaba, que todo se estudiara de memoria. Eso es una falsedad y lo seguirá siendo por mucho que la repitamos. Ya en la EGB se nos enseñaba a razonar. Pero la memoria ha ido perdiendo cada vez más protagonismo (yo soy profesor de Lengua y Literatura, una de las grandes acusadas de basarse en la memorización, y JAMÁS pongo preguntas de memoria, excepto en 2.º de Bachillerato, y porque luego se las ponen en Selectividad). En mi opinión, basar toda la educación en la memoria es un error. También en mi opinión, denostarla por completo es un error aún mayor.
3. Las oposiciones, al menos las de profesor de Secundaria, consisten en una parte práctica más importante que la memorística, en la que debes desarrollar la programación didáctica de todo un curso y defenderla ante el tribunal. En ella debes tener en cuenta una gran diversidad de materiales, tanto bibliográficos como audiovisuales y de cualquier otro tipo, amén de cualquier necesidad educativa que pueda tener un alumno (desde discapacidades psicomotrices, hasta cualquier cosa que se os ocurra). Después de defender la programación es necesario explicar una unidad didáctica como lo harías en clase, incluyendo el material (por ejemplo, puedes llevar un ordenador, si vas a explicar algo usando internet o alguna presentación, o audio). A continuación hay un debate con el tribunal, en el que puede preguntarte lo que le venga en gana. Tras superar la fase de oposición y la de concurso NO se consigue la plaza de funcionario del… » ver todo el comentario
#14 Decía Lázaro Carreter que es un tremendo error restar importancia a la ortografía. Una buena ortografía denota un cuidado y una pulcritud en todo lo que se hace. En general, un alumno con buena ortografía es un alumno que presta atención en todos los aspectos referentes a la educación. Esto no quiere decir, claro, que consiguiendo una buena ortografía vayamos a conseguir que el alumno sobresalga en las demás asignaturas, porque no es así.
Yo doy Lengua en Secundaria y Bachillerato, y el caso que tú mencionas no lo he visto nunca. Los alumnos de Ciencias son invariablemente mejores que los de Letras (en parte porque es una modalidad más difícil, y en parte porque, con esta obsesión por reducir el abandono escolar al precio que sea, hemos convertido la modalidad de Humanidades en la modalidad para los que no quieren / no sirven para estudiar). Pues bien, mis alumnos de Ciencias no solo obtienen mejores calificaciones en mi materia, sino que además suelen tener muy pocas faltas de ortografía.
En mi opinión, fomentar el aprecio por la buena ortografía es no solo cuidar nuestro idioma, sino apoyar la idea de la bondad del buen trabajo y las cosas bien hechas en cualquier ámbito.
Estoy de acuerdo, por otra parte, en tu crítica de la escasa o nula formación científica que adquieren los alumnos de Letras en nuestra Secundaria. Pero creo que esto se explica, sobre todo, por lo que digo en la primera parte del segundo párrafo de este comentario.
Los salarios más elevados correspondieron a las Actividades financieras y de seguros y al Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado. Los salarios más bajos se concentraron en las Actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico y en el Sector primario (Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca).
Dicho de otro modo: los salarios más altos se sitúan en actividades especulativas (banca, seguros, burbuja energética copada previsiblemente por consejeros expolíticos) y los más bajos en actividades tangibles y totalmente necesarias (servicio doméstico y alimentación).
Lo segundo más o menos se entiende, por pertenecer a actividades en general poco cualificadas. Lo primero, por desgracia, también: tenemos una economía basada en las burbujas especulativas y en la corrupción.
Yo doy clase a alumnos de entre 11 y 18 años (ESO y Bachillerato) y he conocido a cientos de A. No estoy de acuerdo con la conclusión del artículo, aunque sí con la observación de la realidad. También estoy de acuerdo con muchas de las cosas dichas en los comentarios, y con otras no, como es lógico, pero no hay tiempo para ir al detalle.
Sí quiero dejar claras dos cosas:
1. La mayoría de los profesores que he conocido son profesionales buenos y abnegados (aunque todos conozcamos casos de ineptitud que, por un motivo u otro, solemos querer convertir en la norma, al igual que hacemos con otras muchas profesiones).
2. No hay tiempo para lo que nos pide la Ley y muchos comentaristas meneantes. No lo hay. Yo soy de Lengua, y por ello, tengo cuatro horas semanales con cada grupo; nadie tiene más que yo, y por tanto yo soy de los que tiene menos alumnos (imparto clase las mismas horas, pero concentradas en menos grupos). Como resultado, teniendo en cuenta el aumento tanto en número de horas lectivas como de alumnos por aula, este curso doy clase a unos 150-160 alumnos. Es absolutamente imposible tener en cuenta, como se debería, las circunstancias personales e históricas de cada uno. Por muy bien que estuviera y por mucho que lo diga la Ley y lo exija la sociedad. Yo, como casi todos los compañeros que conozco, intento hacerlo, y lo hago lo mejor que puedo, echando más horas de las que me exige mi puesto, pero sigue siendo imposible. Y hablo de mí; en materias que tienen dos horas, y no cuatro, como la mía, multiplicad por dos el número de alumnos. Es imposible. Es lo mismo que pedirme que levante una piedra de 1.000 kg. Me lo puedes pedir, me lo puedes exigir, me puedes sancionar si no lo hago y dejarme sin trabajo si quieres, pero seguiré siendo incapaz. La Ley —y toda la sociedad— nos pide que ejerzamos la función que tradicionalmente han ejercido las familias (y que, en mi opinión, les corresponde) de educar cívicamente a los alumnos, para que los padres puedan ser… » ver todo el comentario
No entiendo por qué hay que quitarles el sentimiento de culpa, si son culpables de la grave enfermedad y posible muerte de su hijo.
Y por supuesto, me alegro de que hayan entrado en razón, espero que el crío sane y que hayan aprendido la lección. Pero son culpables.