#11 desde luego, porque si no introduces la música clásica a la gente pues al final se queda "anclada en el tiempo y en el target de su potencial oyente". Tal cual lo que le pasó al Jazz.
No se trata de pensar que toda la vida le gustará lo mismo a los niños, sino de darles la oportunidad para que lo descubran.
Los tiros van por el hecho de que esta gente reduce las capacidades logísticas del sector público para reemplazarlas luego por empresas privadas a las que da contratos a dedo y sin concurso.
Que las empresas privadas vendan lo que quieran (vacunas o vaginas en lata). Pero que la administración sanitaria pública tenga recursos propios, en vez de andar pagando con nuestros impuestos a los amigotes de los políticos.
Y, sobre todo, decir lo que dice este tío, es tomarnos por gilipollas. Y es una chulería.
<<Pero el precio a pagar por un acuerdo que ofrece a las empresas británicas acceso al mercado europeo sin aranceles ni cuotas ha sido el establecimiento de un sistema de control férreo y preciso en los plazos de actuación.>>
Acceso sin aranceles ni cuotas, siempre y cuando tu legislación siga siendo acorde a la europea. Más claro agua.
No importa la verdad verdadera. La verdad importante es aquella que cala en la opinión pública. En eso están. Cada verdad conseguida es un voto, votado con inquina un domingo a primera hora de la mañana.
“Oh, me has soltado una falacia del tipo de lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit” (las falacias, como las especies entomológicas, se precian de llevar nombres en latín).
Si porque alguien comete una falacia al defender X deduces que X es falso, el que comete una falacia eres tú. (Tiene nombre y todo: ad logicam). Quizá tu interlocutor simplemente se haya despistado, o no sea bueno al expresarse. Pero eso no obsta para que conozca la verdad.
Algún cerebro va a implosionar en mnm
#8 Con lo de repetir aquello que funcionó bien, yo siempre pongo un ejemplo de una figura que habría que recuperar, pero con las modificaciones oportunas: el juicio de residencia.
Allá por los siglos XVI, XVII, y XVIII existía esa figura jurídica. Cuando alguien accedía a un empleo u oficio de república, tenía que declarar ante la justicia su patrimonio y rentas y las de todos sus familiares hasta el séptimo grado civil (primos segundos). Al terminar su mandato, también tenía que declarar ante la justicia su patrimonio y rentas, así como justificar las acciones realizadas durante su mandato.
Este juicio se le aplicaba desde el último regidor ordinario de Trevélez hasta al virrey del Perú. El efecto disuasorio que tenía era muy serio.
El capital acumulado en grandes riquezas se queda estancado. El que llega a las clases medias y bajas se gasta casi todo, paga impuestos y no deja de circular. Si en España, en lugar de facilitar el acceso al capital a los grandes bancos y permitir que creciera el ahorro de las grandes empresas se hubiera inyectado ese dinero en las clases populares, la economía hubiera ido mucho mejor.
#4 el cine es un cortijo privado. En cambio hay muchas marcas de motos de distintos paises, seguro que les interesa poder ajustar los precios para quitarle cuota de mercado a otras marcas europeas
No se trata de pensar que toda la vida le gustará lo mismo a los niños, sino de darles la oportunidad para que lo descubran.