#12 Lo que indigna no es si están capacitados o no. Lo que cabrea es: 1) Qué cojones hace la religión en la enseñanza pública, a eso se va a la iglesia, a la mezquita, a la sinagoga etc, no a la escuela. 2) Que estos señores, lo profesores de religión, tengan privilegios que los demas ciudadanos no tienen, léase, que por pertenecer a una asociación privada (en concreto una secta) puedan acceder a puestos que de otra manera la gran mayoria no tendrían cojones de acceder. 3) Que estos señores cobren salarios pagados por todos ciudadanos y casi idénticos a aquellos que accedieron a estos puestos por la vía "sin privilegios". 4) Que en lugar de cerrar las convocatorias a oposición y largar a los interinos, quieran parchear con estos sectarios plazas que debieran estar accesibles a todos los ciudadanos, en particular, de cualquier credo. 5) Que en cualquier estado moderno, la religión es algo perteneciente al ámbito privado, y en este país, en el ámbito público de la educación, parece que pesa más lo que dice Ruoco Varela, que lo que dicen los estudiantes y profesores. Mira, en definitiva, es intrusismo mal avenido, es injusto, es mezquino, es un insulto a la ciudadanía y una bufonada.
Bueno, estos siguen su trayectoria habitual: saquear lo público, criminalizar al ciudadano. Cada día está más claro que esta democracia está tocada. Estamos rodeados de organizaciones no democráticas en sus formas y antidemocráticas en sus métodos, y en lugar de ponerles coto, obtienen carta blanca de los dirigentes electos. Es irónico y es perverso.