#11 Confundiendo el tocino con la velocidad. En los conflictos armados suele haber un vencido y un derrotado, y aún así se abre un proceso de paz en el que se intenta llegar a acuerdos que faciliten cuanto antes la paz y la normalidad. Negociación que, por supuesto, puede ser gestionada con inteligencia con el ganador (por ejemplo, los aliados con Japón en la IIWW) o con torpeza (por ejemplo, franceses e ingleses con Alemania en la IWW). En el primer caso se produjo una rápida recuperación del país, y una colaboración entre paises que lleva 70 años en vigor. En el segundo caso, llevó a la guerra un par de décadas después.
Hemos ganado. Hemos derrotado a ETA. Yo me siento ganador, porque a diferencia de otros que vivieron la corrida detrás de la barrera, yo me enfrenté directamente a ellos en la calle. Yo y miles de vascos les quitamos la legitimación de las calles. Yo y miles de vascos nos enfrentamos en las universidades, en las calles, en los bares. Yo y miles de vascos les acolarramos en sus herrikos y les hicimos ver que el pueblo vasco no eran ellos, que eran una gran minoría. Y a eso se le suma la acción política y judicial, y el resultado es que ganamos. Y ellos perdieron.
Pero ahora queda el dolor, la derrota y la reparación de daños. Y nosotros, vencedores, debemos evitar la tentación de la venganza, y evitar la humillación de los perdedores. Porque en aquellos conflictos en los que se ha humillado a los perdedores han surgido movimientos de rebote. Porque la humillación nunca es buena, porque lo importante es sanar las heridas y caminar juntos.
Por eso pido al gobierno que empiece a cumplir la ley penitenciaria, y empiece a acercar a los presos a las cárceles cercanas a Euskadi. Que no haga declaraciones humillantes ni le marque el paso político el Tea Party patrio, lamentablemente encabezado por una pequeña parte de las victimas del terrorismo. Porque las víctimas deben tener nuestro apoyo, nuestra comprensión y nuestra solidaridad, pero no son actores políticos.
#15 Hay ikastolas publicas, concertadas y privadas.
#3 Al menos nos queda el consuelo de que murió haciendo lo que más le gustaba: Embestir puertas de ascensor para precipitarse absurdamente por el hueco.
Hemos ganado. Hemos derrotado a ETA. Yo me siento ganador, porque a diferencia de otros que vivieron la corrida detrás de la barrera, yo me enfrenté directamente a ellos en la calle. Yo y miles de vascos les quitamos la legitimación de las calles. Yo y miles de vascos nos enfrentamos en las universidades, en las calles, en los bares. Yo y miles de vascos les acolarramos en sus herrikos y les hicimos ver que el pueblo vasco no eran ellos, que eran una gran minoría. Y a eso se le suma la acción política y judicial, y el resultado es que ganamos. Y ellos perdieron.
Pero ahora queda el dolor, la derrota y la reparación de daños. Y nosotros, vencedores, debemos evitar la tentación de la venganza, y evitar la humillación de los perdedores. Porque en aquellos conflictos en los que se ha humillado a los perdedores han surgido movimientos de rebote. Porque la humillación nunca es buena, porque lo importante es sanar las heridas y caminar juntos.
Por eso pido al gobierno que empiece a cumplir la ley penitenciaria, y empiece a acercar a los presos a las cárceles cercanas a Euskadi. Que no haga declaraciones humillantes ni le marque el paso político el Tea Party patrio, lamentablemente encabezado por una pequeña parte de las victimas del terrorismo. Porque las víctimas deben tener nuestro apoyo, nuestra comprensión y nuestra solidaridad, pero no son actores políticos.
#15 Hay ikastolas publicas, concertadas y privadas.