#5#15#18#20 La demostración de su muerte será, como en cualquier caso, el certificado de defunción firmado por un médico; la comunicación al Registro Civil, etc. (Como en el caso de todos los muertos en España)
¿Acaso queríamos que expusieran públicamente su cadaver en el Plaza Mayor, para asegurarnos, como en el caso de Franco, de que realmente se había muerto? #8 Más que en secreto, en la intimidad. Supongo que la familia no quería un entierro-espectáculo y han esperado al día siguiente para comunicarlo. De todas formas, nadie tiene obligación de informar a la prensa de la muerte de un familiar y, en cambio, sí tiene el derecho a la intimidad.
Si la Justicia tiene dudas de la veracidad de esta muerte tiene obligación de investigar. Y la Justicia debe seguir investigando el caso de los niños robados. #11#21#22 Ni justicia divina ni leches: tenía 87 y la muerte es ley de vida.
#8 Evidentemente que ni el imperio romano ni el árabe ni el azteca ni el inca se crearon repartiendo caramelos.
Ese libro demuestra que existió la autocrítica en el mismo momento en el que se producían esos crímenes. Demuestra que esa crítica llegó al mismísimo rey y que éste envió oídores (inspectores). Bartolomé de las Casas murió de viejo siendo respetado por el poder, no murió como Martin L. King, de un tiro de arcabuz.