Mola, chupocteros atacándose unos a otros. A los ayuntamientos, endeudados hasta las cejas por la corrupción de la construcción y los cargos de confianza, les vendría genial que las SGAE les devolviese el dinero que les ha estado robando durante años.
Que feliz me hace, de verdad, que la SGAE por fin tenga un enemigo tan temible y tan sediento.