#17 Es que es todo por software... una vez que consigues que uno solo haga lo que quieres... puedes poner 10, 100, 1000 o lo que sea que es casi lo mismo.
#17 No tengo ni puta idea, pero igual esos bichos tienen programada esa coreografía. Sería egoísta no incluir a esas 100 personas que lo han hecho posible.
#0 Una pregunta ¿quién llevaría a las casas esos productos? ¿Tratándose de productos de alimentación, pueden transportarlos sin más SEUR, MRV etc o cómo va eso?
#3 Pues bien por el comentario, pero he leido el articulo entero y el sustillo del "relajar los requisitos higiénico-sanitarios" de la entradilla no se me ha quitado.
Parece que lo que hacen es permitir que se vendan legalmente cosas que ahora se venden de tapadillo, pero lo correcto seria evitar que se vendieran de tapadillo, no rebajar la calidad sanitaria de lo que se vende.
#3 y #9: Un punto positivo de esta mercadotecnia es el "efecto Júpiter". Dicen que en la Tierra no caen muchos meteoritos porque antes caen en Júpiter, que es más gordo y los atrae más.
Pues bien, las fiestas esas de tipo "Universiparty" y las que pinchan "DJ Nano" o "Kevin edwards" tienen una cosa muy buena, y es que atraen a la gentuza tocapelotas muy bien, limpiando el resto de fiestas. Lo malo es que a veces atraen demasiado público y dejan un poco vacías a otras fiestas.
#3 es casi lo mismo que iba a escribir yo. Es como lo de mirar el dedo en vez de la luna a la que señala. Son productos diseñados para un mercado, punto pelota. Este tipo de showmen triunfan porque hay una demanda y porque continúan funcionando y generando beneficios.
Lo mismo ocurre con la telebasura, los productos absurdos de la teletienda, ropas y accesorios, las sectas, los partidos políticos, la comida basura, etc etc. Parecen cosas muy dispares, pero todas tienen algo en común, insisto: son productos. Buscan un mercado y, mientras lo tengan y sean rentables, continuarán creciendo.
Y el "problema" no está en este tipo de productos, sino al otro lado, en nosotros mismos, que somos quienes los demandamos y consumimos. Así que deberíamos dejar de señalar hacia el escenario a la hora de criticar y darnos la vuelta para mirar al público.
OJO, este mundillo no siempre fue así: www.youtube.com/watch?v=n1fnNY_w4tkTrance energy 2001
Fijáos que no tiene nada que ver con lo que se ve en muchos macrofestivales actuales, que tienen escenarios que parecen guiñoles gigantes, y por lo general sobran efectos. A ver, está bien que haya luces sicodélicas o estroboscópicas, pero de ahí a poner una la cara de una bruja detrás rodeada de libros o solar más gas blanco que en Auswitch... en fin.
Y si os pilláis sesiones hardance (Radical, por ejemplo) o de hardcore de hace unos años, todo se pinchaba en vinilo.
A mi estos macrofestivales con escenarios inmensos y llenos de gente no me atraen mucho, me gustan más las discotecas de tamaño intermedio, donde más o menos te conoces con la gente, no cuesta demasiado...
#3: A mi lo que pida la gente me da un poco igual.
Lo que me preocupa es que se pague con dinero público estos espectáculos de cutredad, como se intentó en Medina del Campo. Si lo hace una promotora privada, pues bueno, que pague el que quiera, pero con el dinero de todos ni hablar.
Ante leyes injustas la desobediencia civil es la mejor opción ética.
Si se hace en cooperación mucho mejor. La ciudadanía siempre irá por delante de las leyes y más si quien las dicta tiene la intención de favorecer a pocos ignorando a quienes son la mayoría de la población.
#0 Pero te van a comer con patatas por enlazar a un medio pro AEDE