El mayor problema no está en las reparaciones físicas, sino en el software. Cuando tu teléfono es incapaz de mover una misma aplicación cuanto esta se ha actualizado ves por dónde va el camino de la obsolescencia. Ya no hace falta que se rompa físicamente. Con actualizar aplicaciones de mayor uso y no actualizar la ROM al último android disponible ya estás haciendo que muchos terminales queden obsoletos e inservibles sin haber sufrido el más mínimo arañazo.