#1 Trabajadores sin contrato ni sueldo de un parque de atracciones pagado con dinero público, las empresas de turismo se quedan los beneficios y los ciudadanos a recoger la fiesta y montar la siguiente
#8#1 completamente de acuerdo. La mayoria de los carteles son bulos de "instagramers", "twitteros" que quieren followers. Dudo que ninguno de los casos que salen sea verdad. Pero a los medios les interesa generar polémica falsa para tener clicks.
#1 Estoy de acuerdo. El 99% de la población está con ellos, y reconoce su enorme trabajo. La distorsión viene del sensacionalismo de los medios, y de cuatro graciosos que se inventan carteles para conseguir unos likes.
#23#33 Es que si no me las ponen por delante no las veo. Hasta los 30 o así no vi un carnaval así que no son parte de mis tradiciones, donde yo vivía se respetaba mucho la prohibición. Creo que en Cádiz nunca se respetó. ¿Es así?
#52 El primer pack que compré para mi CPC464 y el mejor regalo de navidades que recibí en muchos años. Jugué tanto al "Operation Wolf" que luego no cargaba, tenía que usar la cara B para jugar.
El resto de juegos tampoco estaban mal. "Chicago's 30" y "Coliseum" un poco meh, no llegué a jugarlos demasiado. pero "Titanic" molaba, con su múscia llena de ecos y esa sensación de claustrofobia creciente conforme agotabas el oxígeno. Y el "Psycho Pigs" De los juegos más divertidos de todos los tiempos. ¿Una competición de matar cerdos a bombazos? ¿Fases de bonus besando a cerdas? ¿Intros presentando a los diferentes gorrinos? Un genio el que lo inventó.
#5Es como cuando era joven, si llevabas bomber, eras calvo y llevabas unas martins eras un tonto.
Si eras calvo tenias escusa si te rapabas la cabeza y llevabas la bandera del pollo ya no tanto. Aunque la moda de las bomber ya esta de nuevo aquí y las martens las llevan desde punks a neonazis.
#5 Otra buena perla: Otra de las cosas que más valoran de Terry Gilliam es su valentía, su libertad y su capacidad de ser políticamente incorrecto y de “cagarse en la virgen si hace falta”. “Lo que pasa ahora en España es una vergüenza, yo le contaba que aquí ahora había autocensura, y decía ‘no jodáis’, le parecía impensable.