#45 Lo peor es que no es un caso de "etimología popular", formada por la ignorancia del pueblo e impuesta por el uso general: abigarrar, sabihondo, etc., sino que es "etimología política", fruto de la misma ignorancia (aunque esté injustificada en los gobernantes), pero impuesta con chulería a todos los hablantes a través de los documentos oficiales (BOE) y de la censuta pública en los medios de comunicación.
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#14 de acuerdo en que el espíritu no es marcar si está bien o no, sino comprender por qué existe. Lingüísticamente parece simplemente que es un caso de etimología popular y que han identificado la p- con el hombre. A esto hay que añadir lel conocimiento cada vez menor del latín (que dicen que no sirve para nada, está visto que para algo sí sirve) y el espíritu, creo que no del todo bienintencionado, de cambiar la lengua a marchas forzadas bajo el pretexto de la corrección política y la igualdad.
Esto hay que añadirlo a los muchos casos de creación de femeninos para un elemento neutro: la lengua tiene estos mecanismos, pero a veces es innecesario; parece el producto de una paranoia. Todavía no conozco a nadie que reivindique, por ejemplo, la creación de "el víctimo" para hombres.