Un vuelo espacial prolongado puede causar un proceso acelerado de osteoporosis ya que la ingravidez produce indeseados efectos sobre el esqueleto y la pérdida de masa ósea. El esqueleto humano está diseñado para soportar las cargas gravitatorias constantes de nuestro planeta. Movernos expuestos a esa gravedad es, precisamente, lo que estimula la formación de hueso y mantiene la homeostasis ósea. Por eso la actividad física es quizá el factor más importante para mantener al hueso en buen estado. ¿Cómo podemos evitar o paliar este problema?..
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