Sorpresa descomunal. Un equipo de siete científicos —incluidos dos españoles y el nobel estadounidense Andrew Fire— ha descubierto en el interior del ser humano una nueva “entidad biológica”, en la frontera de lo que se considera vida. Estos elementos, bautizados obeliscos y todavía más sencillos que los virus, son agentes infecciosos que aparentemente colonizan algunas bacterias de la boca y los intestinos de las personas. Su presunto impacto sobre la salud humana, perjudicial o beneficioso, está todavía por dilucidar. “Los obeliscos son ..."
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Su presunto impacto sobre la salud humana, perjudicial o beneficioso, está todavía por dilucidar. “Los obeliscos son inclasificables”, sentencia el virólogo Marcos de la Peña, coautor del descubrimiento.
#3: Porque antes hay que menearla.
Además de tener un origen de replicación, codificar para algo que le da beneficios a la bacteria (generalmente resistencia a antibiótico), se replican de modo independiente dentro de la bacteria,
Dice que son entidades agrupaciones de ARN parecidas a los viroides; pero los viroides ("parecido a los virus") son similares a los virus pero sin proteínas ni lípidos.
O sea que estos 'obeliscos' serían otro tipo de viroides, entiendo.
No sé yo hasta qué punto es importante la noticia si no dejan de ser una variante de algo que ya se conocía.
La diferencia ocurre a nivel filogenético. Es decir, estos obeliscos están muy "lejos" de cualquier otra entidad conocida que pudiese tener una estructura similar, incluidos los plásmidos, que menciona #4, que de hecho son codificaciones de genes dentro de las bacterias cuya función sí que ha sido bastante estudiada (entre otros motivos porque… » ver todo el comentario
No, no se parecen en nada a los plásmidos.
www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.01.20.576352v1.full.pdf+html
El ridículo de algunos meneantes es acojonante, en serio...
upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/66/Tevenphage-es.svg
Muy interesante, se ve que nos queda aún mucho por descubrir en biología.
Gracias #0
Yo tampoco soy experto, como mucho, un cuñáo informáo
Dupe de febrero.