#1 Yo tampoco entendí lo que quería decir con muchos de los relatos y poemas, lo que más me gustó fue el relato en el que cuenta el encargo de los ataudes "En qué y dónde yaceremos" , "Almendras tostadas" y "Desmayo".
También sus dibujos, en fin, qué no es uno de mis escritores favoritos.

No lo he terminado y creo que no importa, me parecio curioso, aunque comprensible cuanta dedicación a su último diente, me gusto en la que habla de los drones y la de las comidas que los hijos detestan, buenos dibujos, pero es un libro como para leer de a poco y de vez en cuando demasiado etereo, yo no lo habria editado, es como una recopilación de entradas de blog sobre visiones muy personales

No había leído ninguna obra de Günter Grass, y me temo que su última (y póstuma) no ha sido la mejor elección.

Se nota que está narrada/ilustrada por alguien que sabe que está de paso, que escribe sin más pretensión que saciar la necesidad de escribir. Algunos pasajes me han gustado, como: Correo caracol, Sobre los pagos, Muy amada Libuŝe, En qué y donde yaceremos, y Lo que es un hecho. Y ciertos fragmentos interesantes:

«Tardíamente tomaron la palabra los filósofos, que se mostraron radicales y elogiaron la desintegración monetaria como retorno a lo esencial. Incluso el papa más reciente, que quiere ser llamado Francisco, se mostró en su puesto acusador, como se había esperado hacía tiempo, negando su bendición a la codicia y, por consiguiente, a su propio banco».

«La pregunta de la mariposa '¿Es nuestra vida solo un sueño?' se ha convertido en crisálida, que devora lo que es un hecho, lo digiere y lo expulsa como ficción. Por eso se dice: nuestro yo existe solo en el ciberespacio, todo vive y se comunica digitalmente; lo que no está en la red finge estarlo. Solo almacenados somos inmortales».

«Se hablaba de la piedra de Sísifo que -traducida al alemán poco después de acabar la guerra- nos brindó Camus. En ella afilábamos nuestra lengua. Podía ser afirmada por los que decían que no. Como también el saber: en cuanto parece haber alcanzado su meta, rueda cuesta abajo, irrevocablemente».

Coincido en que fue una mala elección para el club de lectura

A mi me ha aburrido a ratos. No me ha enganchado nada. Lo que más me ha gustado del libro son las ilustraciones.

A mi me ha gustado.

Desde luego, no es una lectura convencional, pero creo que salirse de vez en cuando de la estructura de "novela estándar" viene bien. Se trata de un conjunto de apuntes, poesías (algunos casi haikus, ¿no?) y pensamientos de alguien que está de vuelta de todo, lo sabe e incluso lo disfruta. Y ahí es donde me ha gustado el libro.

Es cierto que algunas, muchas, de las cosas que cuenta no las entiendo. Bien porque deben estar muy relacionadas con la biografía del autor o bien porque no tengo los conocimientos necesarios para apreciarlas. Pero aquellas que versan sobre sus puntos de vista y sus experiencias destilan una melancolía y un sentimiento casi de añoranza por la vida, que el autor sabe que está a punto de dejar, me han conmovido en varias ocasiones.

En definitiva, un libro que se lee no por un desarrollo o por unos personajes, ambos inexistentes en el sentido clásico, sino por el simple placer de leer, como podrías hacer un con un libro de poesía, por ejemplo. Me descubrí releyendo algunos de los capítulos varias veces y no porque no los entendiera (aunque esto también me ocurrió), sino por disfrutar de nuevo de los pasajes hermosamente construidos.

Así que coincido en que ha sido una elección un poco "dura" para arrancar con el club de lectura y posiblemente tampoco sea la mejor manera de empezar con Günter Grass, pero creo que es un libro muy disfrutable.