Me acabo de enterar que ha salido la cuarta temporada de True detective, quizás de las pocas series que me han parecido realmente interesantes en los últimos tiempos, último reducto a salvo de los incontables superhéroes y revisionismo que se suele llamar “woke”.
En realidad no es nada nuevo, quizás no muchos saben que hace ya más de 40 años, en el primer Alien, el papel de Ripley no fue escrito para una mujer. Se diría que nada de eso emborrona el resultado final, tal vez incluso lo mejore, lo dote de mayor interés. O quizás sólo es que crecimos con eso. En cualquier caso parece que esa tendencia estaría llegando en varios ámbitos a extremos tan ridículos como el concepto de girl band.
Aún no la he visto, pero por lo que me he enterado miedo me da. Veo una primera imagen, Jodie Foster, bueno, otra tipa que no conocía, ok. Luego me entero de que ha cambiado de showrunner, ahora lo lleva una tal Issa López. Ya con el trío de cochos en la mano uno se empieza a oler la tostada.
A estas alturas no debería hacer falta ni explicarlo, pero parece que True detective se ha convertido en otro “espacio seguro” a salvo de penes impertinentes.
Yo creo que ya la cosa se merece un término propio, lo primero que me ha venido a la cabeza es que que se han cargado la serie. Luego he pensado que la han cagado. Pero para ser más precisos, creo que lo justo sería decir que la han chochado.
Hace ya un tiempo que vengo advirtiendo en la conversación de algunas féminas que se valen exclusivamente de referencias femeninas en los más diversos asuntos, ya sea ciencia, literatura, etc.
Es esa clase de feminismo mal entendido, desintegrador y discriminador, que privilegia el género por delante de los méritos.
La eterna “perspectiva de género” que al final sólo conduce a una suerte de proselitismo, la que siempre habla de mujeres en vez de personas, donde toda masculinidad que no sea subordinada es tóxica. Donde el mérito parece subalterno al género, la de ver todo a través del prisma de la identidad de género. Y qué poca identidad hay que tener para identificarse con un género.
Es una situación natural, si se parte de un análisis tan errado como que existen privilegios asociados al género, habrá que privilegiar al género supuestamente perjudicado para equilibrar las cosas. Y siendo el análisis erróneo el resultado es un privilegio neto que favorece a uno de los géneros, algo bastante natural para un atajo de niñas mimadas.
Huele ya tan a chamusquina que hace dudar si vale la pena dedicar el tiempo a darle una oportunidad a la nueva temporada. Vamos, que la han chochado. Creo que además es un buen resumen de lo que pasó con Sumar y Podemos.
Chocharla:
1. loc. verb. malson. coloq. Cometer un error difícil de solucionar a causa de sesgos originados en la discriminación positiva del género femenino.
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mis_cojones_33 
DrToxic 
