En el siglo XXI, los océanos de la Tierra se están calentando y acidificando. Este cambio se está produciendo lentamente a largo plazo, pero también puede provocar picos locales a corto plazo.
Estos fenómenos son como las olas de calor o los días de mala calidad del aire que experimentamos aquí en la tierra, pero ocurren bajo el agua y, si son lo suficientemente graves, pueden devastar los ecosistemas marinos.
dx.doi.org/10.1038/s41561-024-01593-0