Antes de que comenzara el Mundial de basket, el ayuntamiento de Barakaldo —una de las sedes principales— recortó las prestaciones sociales y destinó 180 mil euros al evento deportivo. Barakaldo atraviesa uno de los momentos más graves de su historia. El 8% de sus vecinos sufre pobreza extrema. Semanas antes del Mundial el alcalde barakaldés redujo un 50% las prestaciones de las familias sin necesidades básicas cubiertas.