Para el público español Eaea es una sentida nana por bulerías de compás electrónico, de letra sencilla, palmas y voz amplia de quejíos. Pero desde fuera, para un espectador sentado en su casa de Moldavia, Dinamarca o Australia, puede contemplar posiblemente un guirigay aparatoso, unas bailarinas sincopadas, desordenadas, y una voz más ensordecedora que sentimental, con más inspiración 'arábiga' que 'flamenca'. Por la indiferencia con que ha respondido el público del continente Eaea no era como nosotros creíamos que era. Y no, no ha gustado.
|
etiquetas: blanca , paloma , fracaso , españa , eurovisión