A Vox se le combate en las instituciones, se le derrota en las instituciones, pero no se le aísla, ni se le desprecia, ni se le ignora, porque eso genera la polarización de las sociedades, la incomunicación entre las gentes. Y más adelante, tensión y odio. Vayamos con cuidado cuando se llega a esos extremos de irracionalidad en una sociedad. A esos movimientos reaccionarios, xenófobos y egoístas, hay que mirarlos de frente, entender por qué se producen, qué los provoca, y corregir los errores políticos que los han provocado.
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