Durante una época de su vida mi abuelo, además de agricultor, era pocero. Su jornada consistía en abrir zanjas, horadar el suelo tanto para los cimientos de una vivienda, como para propiamente un pozo. Pico, pala y palín eran las herramientas que utilizaba para dar la forma necesaria al terreno, hasta convertirlo. De eso hace unos sesenta años, un trabajo que compaginó con otros tantos. La extinción total o parcial de oficios es algo que ha venido sucediendo a lo largo de la historia, porque vivimos en constante cambio.
|
etiquetas: oficios , trabajo , cambio