A fuerza de repetirse, algunos hechos dejan de indignarnos. Los vemos lejanos. Se corta la empatía. Aunque sean noticias tan terribles como los de este lunes 19 de diciembre en el mercado de navidad de Berlin. Esa 'Diabólica anestesia' nos invade a todos y todos somos, en parte, culpables de ese alejamiento de la realidad. Hablo del cerebro humano, ante un dolor evidente, uno se acaba acostumbrando. Si no ocurría nada excepcional, habíamos asimilado la muerte de personas. Desensibilización y Despersonalización.
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