Cantabria quiere reducir el número de estudiantes de enseñanzas secundarias que se ven obligados a repetir curso por no haber alcanzado los objetivos académicos de cada nivel. La fórmula elegida para ir mejorando esa tasa de repetidores (9% en Secundaria y 11,9% en Bachillerato) es disminuir el número de horas lectivas del profesorado. En concreto, pasar de las 20 actuales a las 18.