El Primer Ministro indio Narendra Modi sentó la primera piedra de la estatua más alta del mundo: una equestre dedicada a Chhatrapati Shivaji, gobernante hindú del siglo XVII que luchó contra la dinastía musulmana Mughal. Con sus 192m batirá el record de los 128m del Buda del Templo de Primavera en Henan (China), doblará a la Estatua de la Libertad y quintuplicará al Cristo Redentor de Río. Su coste -más de 500 millones de €-, su impacto sobre pescadores y ecosistema y la pobreza y necesarias infraestructuras originaron una campaña en su contra.