La gendarmería, el alcalde y los directivos de las cofradías, están llegando a esta penosa conclusión: no es "la ETA", no es "el yihaidismo", no es "ateos organizados". Tampoco es "Podemos", cachis en la mar. No obstante, el pueblo no se chupa el deo, y manifiesta que es muy sospechoso que precisamente ese día, más o menos a la misma hora de las cuatro de la madrugada, en focos muy dispersos y alejados entre sí, miles de personas echasen a correr sin motivo. Y sí, claro, motivos ha de haber.
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