Un importante estudio académico ruso-estadounidense ha advertido sobre el riesgo que corren los edificios en las zonas urbanas de la zona de permafrost de Rusia causada por el cambio climático; en el peor de los casos podría llevar a una reducción para 2050 del 75-95% de la capacidad de carga en toda la región del permafrost (que sostiene el 63% del territorio ruso). La amenaza a Salakhard y Anadyr podría llegar incluso antes -a mediados de los 2020s- dónde el deshielo del suelo congelado se prevé que tendrá un impacto "devastador".