Ahora habrá que preguntarse si la presidenta de Andalucía piensa pedir disculpas por decir que se había cometido una ilegalidad en Sevilla, que IU había prevaricado y todas las demás zarandajas que se han dicho estos días. Y no lo digo en vano. Porque en caso de que la presidenta este ahora apoyando una ilegalidad la prevaricadora sería ella, que conocedora de un delito no lo puso en manos de la justicia de manera inmediata. La próxima vez Susana Díaz tendrá que tener mas cuidado porque es presidenta de la Junta, no de una comunidad de vecinos.