La jornada de protestas este 21 de diciembre en Cataluña dejó bien claro dos cosas: primero, que el independentismo ha perdido algo de fuelle. En cierto modo, no se podía esperar mucho más de una jornada en un día laborable (solo había convocado una huelga general de 2 horas, de 12.30 a 14.30 horas). Bastante hicieron los soberanistas con sacar a la calle a miles de manifestantes desde la negra madrugada hasta la puesta del sol. La otra lección del día es que, tras la jornada, quedó bien claro que el independentismo está dividido.
|
etiquetas: politica , catalunya , españa , nacional