Hace unos días leí una palabra en un meme que me definía por completo. Un termino embriagador por la acidez que destila, fruto de la crudeza del internet más anónimo y afilado: EMPERDEDOR. [...] Tras cuatro años de galletas (auto) laborales no creo que sea nada más que un pobre diablo engañado. Muchos estudios, mucho activismo y me la han metido doblada. O ese es el sentimiento.
|
etiquetas: emprendedor , fracaso