Mientras en otras ciudades y pueblos se limitaron a dar un barniz democrático poniendo una plaza, calle o avenida de la Constitución o de Andalucía, y decenios después aún siguen enfrascados en dar cumplimiento de la Ley andaluza de Memoria Democrática, los marinaleños se anticiparon en asamblea y, apenas cuatro meses después de aquellas primeras elecciones municipales, una veintena de calles del pueblo cambiaron sus nombres.
|
etiquetas: marinaleda , memoria historica , callejero , andalucia , sanchez gordillo