Schulz cambia el orden de votación para favorecer su enmienda de compromiso 117, frente a la que se oponía claramente al ISDS (mecanismo de resolución de disputas inversor-estado). La enmienda 117, aprobada por 448 votos a favor y 247 en contra, contene la esencia del ISDS y supone una amenaza para los derechos ciudadanos y la democracia. Es la segunda vez que Schulz utiliza maniobras democráticamente cuestionables (esta vez entre abucheos de la cámara) para salvar el ISDS y el TTIP.
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