El jueves 4 de junio a las cuatro y media de la madrugada el minero Pau Camp murió en la mina de Vilafruns, de la empresa ICL, en Balsareny. Camp, de cuarenta y cinco años, deja viuda e hija huérfana. Según el recuento de la prensa local, es el vigésimo minero que muere desde el año 1990, cuando el polaco Stanisław Galik inauguró la macabra lista. La muerte de Pau Camp, que trabajaba de eléctrico en la mina desde el 2017, ha activado la movilización minera y el sindicato Intersindical convocó una huelga indefinida. [Traducción en
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