Una sentencia de la Audiencia de Palma ha ordenado a una mujer, que se divorció de su marido hace casi diez años, a que abandone la vivienda familiar porque su hija ya ha cumplido la mayoría de edad, aunque siga estudiando y todavía no tenga una independencia económica. Se da la circunstancia que en los últimos años esta mujer ha tenido un segundo hijo con su nueva pareja y han estado todos ellos viviendo en el mismo piso que compró con su anterior marido. Su novio, además, tiene otro piso en propiedad en el mismo edificio.
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