El ejército de EE.UU. ha mantenido sus casos de coronavirus relativamente bajos (15 muertes entre 126,000 positivos), gracias en parte a la disciplina y el distanciamiento social. Sin embargo, a medida que el Pentágono lanza las vacunas en sus bases en todo el mundo, se enfrenta al desafío de cómo convencer a los miembros del servicio de que se tomen voluntariamente la vacuna. Para dar ejemplo, los oficiales de alto rango estuvieron entre los primeros en recibir las vacunas.