Así, desde la zona de Sancti Petri, al Sur de la ciudad de Cádiz y de la desembocadura del río Guadalquivir, hasta cuatro lanchas de pequeño tamaño acudieron al encuentro de una gran planeadora que se aproximó a unos 40 metros de la costa para recibir el aprovisionamiento en forma de combustible y probablemente también de otra clase de necesidades, como víveres, para mantenerse en el agua hasta el momento preciso de poder entregar un gran alijo de hachís en costas españolas.
Comentarios
Que bien que estos negocios se puedan mantener, dan mucho trabajo y mucho dinero para blanquear, que bien que se mantenga la prohibición
y nosotros mandando armas a los eslavos ucranianos, con la de torpedos que podriamos usar para neutralizar a toda esa mafia