...Un día volví de una entrevista de trabajo y cuando le comuniqué no me habían dado la plaza, me gritó “¡qué te jodan!”... Antes en los ratos de ocio, nuestra relación era lo más importante; ahora ocupa ese tiempo en jugar al Candy Crush o en irse “de clubs” con una tarjeta de crédito que me ha ocultado durante años... No me permite ocuparme de la economía doméstica: me dijo que nuestro contable nos había robado parte de nuestros ahorros. Sospecho que me mintió en este asunto, revisé sus mensajes del móvil y vi que...
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