La mayoría de las emisiones son causadas por incendios, muchos de ellos deliberadamente destinados a despejar la tierra para la producción de carne de res y soja. Pero incluso sin incendios, las temperaturas más altas y las sequías significan que el sureste de la Amazonía se ha convertido en una fuente de CO2, en lugar de un sumidero. La investigación, publicada en la revista Nature:
www.nature.com/articles/s41586-021-03629-6