Álvaro es uno de los 12 niños con atrofia muscular espinal que participa en el ensayo de un robot que les ayuda a caminar. Para poder comercializar este invento es necesario acreditar que cumple la normativa, proceso para el que es necesaria una importante suma de dinero. La empresa que lo desarrolla ha puesto en marcha una campaña de 'crowdfunding', con la que lleva recaudados cerca de 300.000 euros.
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