A pesar de la sordera, la falta de antebrazo y la cojera, vivió hasta los 40 años. "Más que la pérdida de un antebrazo, una mala cojera y otras lesiones, su sordera lo habría hecho presa fácil de los omnipresentes carnívoros de su entorno y dependiente de otros miembros de su grupo social para sobrevivir", dijo Erik Trinkaus, coautor del estudio. autor y profesor de antropología en Artes y Ciencias en la Universidad de Washington en St. Louis.
Comentarios
"With a little help from my friends..."
Sordo, cojo...pues vaya unos hamijos más cabrones que le ayudaron a sobrevivir e igual ni les dió las gracias de antebrazo
Pues yo lo veo bien muerto,menudos amigos
¿Y cómo tenía el colesterol?