En 1822 el capitán Samuel Barrett Edes se fundió todos sus ahorros a la hora de comprarle a un grupo de marineros japoneses el souvenir más extraño con el que se había topado nunca durante su vida en alta mar: una sirena. La criatura a aquellas alturas ya no coleteaba, pero Edes le intuyó capacidad para embelesar y la exhibió en un local de Londres con un moderado éxito de público. 1ª parte>> https://goo.gl/nAjgTg
Comentarios
Breve y Jotdown... El oximoron máximo
#2 Que sigan llegando los ladrillos de esa bazofia de publicación a portada me quita la fe en la Humanidad que no tengo.
Cansina de libro.
Lo de que una paloma fecunde a una mujer y su hijo muera y renazca a lo zombie también tiene mucho de comérsela doblada
#3 En ese cuento el que se la comió doblada fue san José...
#4 hombre, millones de personas diciendote que no, que cuernos no, fue un espiritu...
uno al final duda..
#5 No hay como tener fe para tragar con todo lo que te cuenten.
Eso te lo comes, dije a mi señora.
Y no.
Todavía nadie ha nombrado la homeopatía...
Me lo leí esperando que hablase del caso de Ricky Martin, el perro y la nocilla. Vaya chasco!
Al menos, alguna historia es muy interesante.