Era un día de la primavera de 1956. El 21 de abril, una niña de la ciudad, de 5 años de edad y llamada Tsukinoura, amaneció con convulsiones y dificultades para andar y hablar. Ingresó en el hospital de Minamata, el Hospital Chisso, de la empresa propietaria de la principal fábrica de la ciudad. Fue, esa niña, el primer caso bien documentado de la enfermedad de Minamata.Todo empezó unos 50 años antes, cuando se instaló en Minamata la empresa Chisso, que, a partir de la década de los 50, comenzó a producir acetaldehído.
Comentarios
Gran artículo. Muy completo. Conocía el caso pero había detalles que no sabía.
Da que pensar la lentitud de reacción por parte de las autoridades en estos casos. A veces pienso que lo mismo pasará con los vertidos de Fukushima. A saber dentro de unos años las consecuencias de verter toneladas de agua radioactiva en el océano..
#4 NINGUNA. La energía nuclear es limpia y segura. Repítelo 1000 veces hereje.
#6 Y se convertirá en una verdad !
Anteriormente en menéame
El caso Minamata
El caso Minamata
alpoma.netLo que me dijo un atún: enfermedad de Minamata e intoxicación por mercurio
Lo que me dijo un atún: enfermedad de Minamata e i...
laincubadora.blogspot.com140 países acuerdan vetar el uso de mercurio por su impacto en la salud
140 países acuerdan vetar el uso de mercurio por s...
sociedad.elpais.comLa Convención de Minamata sobre el mercurio entra en vigor
La Convención de Minamata sobre el mercurio entra ...
cienciatodociencia.blogspot.com.es#1 Bueno, este considero que está mejor documentado que el de tecnología obsoleta, el resto creo que no hablan de la historia.Por lo demás si los usuarios quieren votarla negativo, son libres de hacerlo.
#2
> Por lo demás si los usuarios quieren votarla negativo, son libres de hacerlo.
👍
#1 Y fíjate, en portada.
"En primer lugar, el metil mercurio se excreta en 70-90 días y, por tanto, años después es difícil que se detecte en el cuerpo del enfermo."
Ojalá. Si fuese así, al cabo de ese tiempo el paciente ya no estaría enfermo, lo que no es el caso. Lo que sucede es que los compuestos orgánicos de metil mercurio se rompen y una parte sustancial del mercurio se acumula en diversos órganos, muy especialmente en el cerebro. El mercurio tiene una gran afinidad por el tejido graso del cerebro. Una vez allí continúa ejerciendo su efecto tóxico a la vez que es muy difícil que llegue a ser excretado.