Mujer, científica y nacida en 1938. Manejando estas variables, sobran motivos para afirmar que Margarita Salas es la excepción que confirma la regla. El propio Severo Ochoa, quien fuera su maestro, temía la poca visibilidad que la investigadora podía tener en un mundo dominado por hombres. Pero ella no magnifica su suerte. Quizá porque lo suyo no es cosa del azar, sino del esfuerzo; después de haber publicado más de doscientos ensayos, a los 80 años sigue entre los tubos de ensayo de su laboratorio de la UAM . Rel.
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