Puede sonar a un partido de fútbol, pero no lo fue. Era un duelo entre franceses y españoles. Se dice que fue un heraldo francés quien lanzó, en nombre de once caballeros de esta nación, el desafío oficialmente. El Gran Capitán autorizó el encuentro frente a las murallas de Trani, un terreno neutral a medio camino entre el campamento español de Barletta y el francés de Bisceglie. Entre los españoles destacaba Diego García de Paredes, el Sansón español.
Comentarios
ya salio por aqui, pero mola, y hay que recordar que al Sanson extremeño lo saco el Sr.Gonzalo de la cama, que estaba malo con fieble
#1 menudo jefe el Sansón extremeño
#3 Hay alguna historia del mismo que asusta, parece que tenía algo de mal humor el cabrón.
#5 en ésta no se queda corto!!! Jijiji
#5 He aquí alguna:
Diego consiguió darse a conocer al Papa Alejandro VI. Éste no necesitó mucha carta de presentación, pues tuvo la fortuna de ver una disputa en la que se encontró Paredes, quien rodeado de una comitiva de arrogantes italianos convertidos en enemigos, arrancó un trozo de tubería de una pared, y armado con ella los destrozó, «matando cinco, hiriendo a diez, y dejando a los demás bien maltratados y fuera de combate». Como era lógico, el Papa inmediatamente le nombró guardaespaldas suyo.
Esta es especialmente espectacular:
Los Otomanos poseían unas máquinas dentro de las murallas que los españoles denominaban lobos. Mediante poleas y garfios esos ingenios agarraban a los soldados, y tras elevarlos, decidían si los despeñaban arrojándolos al vacío, o los llevaban dentro de la fortaleza para apresarlos y ganar rehenes. (Tenemos que tener en cuenta que en aquellos años los sitios a las fortalezas eran comunes y se manejaban muchos parámetros para negociar las rendiciones. A menudo los sitiadores en un plazo breve de tiempo se convertían en sitiados, tras haber conseguido una plaza rendida, y con las tornas invertidas más valía haber sido justo con los previos defensores. Por tanto los prisioneros eran moneda valiosa para conseguir ventajas en caso de tener que rendir el fuerte, o para pedir rescate o intercambiar por hombres propios.) El caso es que estando, como siempre estaba, el hércules extremeño en primera fila peleando, un ingenio de estos consiguió asirlo y levantarlo. Ahí comenzó una prueba de fuerza, pues la máquina intentaba despeñarlo, pero a base de músculo, consiguió permanecer agarrado, ante lo cual, a los jenízaros no les quedó más remedio que llevarlo a intramuros. Diego se descolgó al encontrarse sobre la muralla, y allí comenzó la primera de sus gestas que le llevarían a entrar por pleno derecho en la historia, coincidentemente consignada en las crónicas de su época. Armado de espada y rodela (un muy pequeño escudo circular que se llevaba en una mano y que caracterizó a un tipo de soldados de los primeros Tercios, los rodeleros), sito sobre las almenas, comenzó una violentísima lucha contra los defensores de las murallas. Dándose que la estrechez del lugar favorecía que sólo se le pudiera atacar en fila (aunque por ambos lados), y que el desenfreno en la lucha del español era incontrolable, sucedió que no sólo mató a los soldados que se encargaban de rematar a los cautivos, sino a los refuerzos que por ellos enviaron. Ola tras ola de los mejores guerreros del imperio de la media luna se estrellaban contra la furia ilimitada de este hombre, cuyas fuerzas parecían aumentar en la dificultad, sin que, de ningún modo, consiguieran rendirle. Poco a poco fue retrocediendo, en una lucha denodada que asombró a todos los que lo presenciaron, incluidos los cronistas de ambos bandos que luego hubieron de relatarlo, hasta llegar a un torreón, donde, viéndose con las espaldas cubiertas, simplemente se abandono al desenfreno de la carnicería que estaba provocando. Los musulmanes, «que muertos muchos perdían la esperanza de sujetarle», sólo pudieron capturarle tras tres días de lucha, cuando la fatiga, el hambre y las necesidades corporales, hicieron que continuar la lucha fuera inviable. El asombro que causó su heroica lucha fue tal que, como muestra de admiración ante semejante coraje, los turcos decidieron perdonarle la vida, con el fin de mejorar sus condiciones en caso de tener que rendir la fortaleza.
Pero parece que, pese a todo lo visto, esta gente no sabía aún con quién estaban tratando. Una vez repuestas las fuerzas, Diego esperó a que el Gran Capitán ordenase el asalto definitivo y cuando éste tuvo lugar, arrancó las cadenas de la pared, echó abajo la puerta de su calabozo y tras matar a los guardias, cogió sus armas e inició él mismo otro frente de ataque desde dentro, haciendo «tal estrago en los turcos que despedazó tantos como el ejército había acabado».
Mal bicho el cabrón.
#16 ¿de dónde has sacado eso? Me gustaría leer mas sobre este personaje (que no sea Wikipedia)
#25 http://elcodicevoynich.blogspot.com.es/2012/08/cojonazos-de-leyenda-i-diego-garcia-de.html
Dentro cita las fuentes.
#25 http://elcodicevoynich.blogspot.com.es/2012/08/cojonazos-de-leyenda-i-diego-garcia-de.html?m=1
#1 los extremeños somos asina
Gran queso.
#4 Y mejor persona.
Muy buen artículo. El Sansón extremeño debía ser una bestia parda con un humor de perros. Eso sí, lo que escribe Juan Sorapán en el siglo XVI parece estar un poquito idealizado. Yo no me creo que venciera 300 duelos individuales, y menos que todos esos acabaran muertos y solo bajo su mano, sin ser descabalgado nunca... Ahora, que sería un duelista consumado, seguro.
Hay que tener en cuenta que estamos en una época donde los torneos y los duelos entre caballeros estaban muy de moda, tal vez el siglo XV y comienzos del XVI sea su época álgida, pero estos raras veces acababan con el resultado de muerte, ya que solían ir muy acorazados y en ocasiones incluso empleaban armas embotadas. Su objetivo era más humillar al rival y conseguir un rescate de su captura que matarlo. Había una especie de ley no escrita sobre lo poco caballeroso de matar a un rival derribado o vencido.
Este duelo es un poco distinto, ya que se produce en medio de una guerra entre soldados de dos ejércitos contendientes. Estos duelos solían ser a muerte y eran más producto de dar salida a los egos de esta casta guerrera que ninguna decisión táctica de los comandantes, auunque aquí se diga que el Gran Capitán escogió a los duelistas. Sería un poco más como: "Anda, id, mataos entre vosotros y dejar de dar la tabarra".
Muchos caballeros de distintas naciones solían ser rivales pero también amigos. Lo habitual si eras descabalgado por un caballero rival, era que te rindieras y aceptaras ser su prisionero (en realidad ibas a su casa y te trataban con un miembro más, sin grilletes ni nada), hasta que el rescate se pagaba. Esto cambió un poco en ocasiones concretas, como en las batallas de la Guerra de los 100 años entre franceses e ingleses. Se odiaban con saña y se produjeron matanzas de caballeros. El jefe de los franceses en Agincourt, Boucicault, y otros, al ser capturados, fueron encerrados en prisión y algunos murieron de inanición por no poder afrontar los rescates.
En Alatriste, Sol de Breda, se nos menciona cómo este espíritu del duelo llevado al extremo, hasta un combate a muerte, dejando la vieja ritualidad, se mantuvo entre los hidalgos españoles un siglo después. Duelos entre soldados sin un maravedí queriendo demostrar su destreza y jugando a ser grandes caballeros, cosa que no eran (los hidalgos formaban la baja nobleza, mientras que la alta cada vez se manchaba menos en batalla y perdía su función guerrera).
Diego García es el nuevo Blas de Lezo.
#18 ¡Uy lo que ha dicho!
¡Son once contra once! dijo el Gran Capitán.
#2 En los duelos no hay rival pequeño
#7 El Fútbol es así
#2 #7 #10 Pusieron toda la carne en el asador.
#12 El montante de Diego García de Paredes pesaba poco más de dos kilos y tres cuartos. Los espadones no eran pesadísimos, eran difíciles de manejar por su construcción. Si quieres ver cómo se manejan, te aconsejo que leas a Achille Marozzo.
La espada más grande que conozco es la de Pier Gerlofs Donia, con 2 metros de alto y 6'6 kilos.
#13 Descontando que las espadas suelen estar equilibradas con el centro de gravedad en el area de empuñadura, lo que permite, si tienes habilidad y envergadura (en el caso del montante) el poder manejarla de forma limitada con una mano, tal como se hace con las bastardas.
El montante es un arma especializada, no habitualmente para combate en campo abierto, sino para defensa de brechas o para romper formaciones de piqueros a cargo de un zumbado doble-sueldo
#45 Eso ya es peso para una espada. De todas maneras la bastarda es mano y media, el montante no.
#47 El montante no está diseñado para una mano aunque como indicaba ocasionalmente se puede de forma limitada.
#48 ¿Pues cómo va a usarse de forma habitual a 1 mano si estamos hablando de un arma de 2 manos? Es lo que yo decía. El montante es como la claymore, claramente a dos manos. Sólo gente como este bestia podía manejarla cómodamente a 1 mano. Para manejar de manera ocasional (que no era lo habitual) a una mano tenemos las mano y media (mírate los tratados de Talhoffer por ejemplo), que pesan bastante menos que un montante/claymore (esgrimísticamente hablando)
#49 ¿donde digo yo que se use de forma habitual?
#50 No lo has dicho, pero a mi juicio lo has comparado con las bastardas, que es otra categoría de espada (mano y media). Si no es así te pido disculpas
#51 No la he comparado, sólo he indicado que si tienes el tamaño suficiente, de forma muy ocasional se puede emplear con una mano al estilo de las bastardas, que se pueden emplear de forma indistinta con una o con dos manos. Y no hay nada que disculpar
Evidentemente su peso y longitud no lo facilitan.
#10 Ganaremos sin desenvainar nuestra espada.
#15 Ganaremos sin bajar del caballo.
#7 No, porque desde que se inventó la pata' en los huevos no hay ni chicos ni grandes.
Lástima que finalmente nos hayan derrotado...anda que firmar para dedicarnos al turismo a cambio de poder formar parte de Europa
#9 ¿Finalmente?
No hay nada definitivo. La historia de vueltas y vueltas.
#14 Bueno, con más de 10 millones de emigrantes del tercer mundo repoblando España, la industria finiquitada, la educación cayendo en picado y sin invertir en IDeI, podríamos decir que sí, yo es que realmente pienso que en un par de años no se van a poder pagar ni las pensiones, ya veremos.
#22 de esos 10 millones 8 pasarán a formar parte de nosotros mezclándose,chinos,negros,sudamericanos.... Los otros dos millones son el problema,van a ser más y más ,no se integrarán y nos seguirán odiando.
#9 que tienes contra el turismo??? El sector que más divisas limpias da y el más ecológico
#32 DHL: empresa americana comprada por los alemanes, 1.000.000 de empleados, la cadena más grandes de hoteles de España: ni idea cuantos empleados, pero ya te digo que muchos menos.
#38 y eso que tiene que ver??
Diego García de Paredes usaba un montante a una mano. Una enorme espada que sólo unos pocos podían usar con dos.
Gregor Clegarcíen. La pared que cabalga. Gensanta.
Vaya, hace tiempo que no leia nada de Taurus, Goliat, el Capitan Trueno y el Guerrero del Antifaz, salen todos.
Diego García de Paredes era un berserker, el messi de las armas ^^
Heracles mató a la hidra de Lerna y sacó a Cerbero del inframundo...
Diego García de Paredes, la montaña que cabalga.
está un poco mal redactado, cuesta entenderlo
Sorprendente, pero es un relato de la brutalidad humana.
#42 Son sus costumbres...
Buen queso, si señor. Digno oponente.
¡Ya lo entiendo! De aquí viene eso de que "en el fútbol juegan once contra once"... ¿no?... ¿no?
Buena historia
¿Empieza con un spoiler el artículo?
Entiendo que es la versión de los Españoles.
#30 la versión de los franceses dice que los españoles iban dopados
#36
A mí me alucina especialmente que cargara él sólo contra un batallón francés, matando a 500 o más en un puente.
Este tipo empequeñeze incluso a Musashi!
Se diria que es un personaje totalmente de fantasía... si no fuera por los numerosos cronistas, amigos y enemigos, que relatan sus azañas.
Y si esto es cierto.. qué más cosas que nos parecn increíbles lo són...?
Me encanta ese queso