En una discusión, ante la argumentación de tu adversario, trata de buscar en ella alguna contradicción, bien con los principios de una doctrina o ciencia admitidas, o con lo que dijo antes o lo que decían sus maestros, etc. Busca algo de ese tipo y, si no hay nada mejor, convierte en personal lo que está defendiendo(...)Una cosa es la validez y verdad objetiva de una proposición y otra cosa es la aprobación de los oyentes. De esto segundo se ocupa la dialéctica.
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