Una de las razones por las que la UE tiene un presupuesto a largo plazo y anuales es para crear previsibilidad para los programas que la UE quiere financiar, necesaria, por ejemplo, para investigadores que trabajan en proyectos científicos que tardan varios años en completarse. A diferencia de los presupuestos nacionales, el de la UE está principalmente dirigido a la inversión. La atención se centra principalmente en áreas clave que proporcionan valor añadido europeo al impulsar el crecimiento y la competitividad.